viernes, 11 de junio de 2010

Carta abierta a los antis

por Alejandro Bianco

Hola, antimundialistas del mundo. Este mensaje es para ustedes, para los que odian el Mundial y toda la parafernalia que éste conlleva. Tranquilos, no se desesperen. El Mundial no va a impedir que se venga la revolución bolchevique ni que las mentes de los hombres dejen de estar bien lavaditas. Para eso ya está el Tinelli crónico, los mensajes al *2020 o hasta las paquitas de Xuxa, quién te dice. Para eso ya estuvo la Iglesia durante tanto tiempo. Y no me van a negar que, por lo menos, un gol de Tévez es un hecho ligeramente más estético que la cara de Ratzinger.

No teman por la osada promesa del Diego de ponerse en bolas en el Obelisco si salimos campeones. Probablemente, hasta pida que se la chupen, bueno, pero les aseguro que no estarán obligados. A mucho garca yo sí me veo obligado a chupársela cada tanto. Hablo en un plano metafórico, pero que, no obstante, suele ser más diabólico que el literal.

No renieguen del Diego, única razón por la que no nos caemos del mapa. No teman de su impostura o de su “grasitud”: prefiéranla siempre a la de Mirtha Legrand.

No demonicen el Mundial, que encima es gratarola. Seguramente, día a día la pasan peor dentro de los subtes, que encima son pagos.

No sin falta de tino, ustedes hablan de “nacionalismo barato”. De acuerdo, han dado en el blanco: es un nacionalismo berreta; pero, por lo menos, el fervor futbolístico probablemente sea el único “nacionalismo barato” que no mata a nadie.

El Mundial no es el apocalipsis, che. ¿Acaso no les gustan las fiestas? El Mundial sería como una fiesta que dura un mes.

Tranquilos, antimundialistas: hasta en una de esas el Mundial les regala algo de magia y de talento, y sin tener que pagar un sope.

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