Pelé debutó con un pibe

por María Soac

Mirá, cuando nosotros nacíamos, hace veinte, veintipico de años, el Diego era lo más grande: usaba sus pies y su mano como ninguno. Después empezó a usar su boca y también la usó como ninguno. Dijo cosas como, por ejemplo, "El gol lo hizo la mano de Dios", "A Claudia la vacuno todas las noches porque queremos un hijo varón", "Se le escapó la tortuga" o "Pelé debutó con un pibe". ¡Entre otras!

Somos personas que crecimos mamando al Diego.

Nosotros nacimos con el 10, somos la generación del 10. Después vino la degeneración del Diego, vino la gordita enfermera yanqui vestida con la crucecita verde, vino el 2000 y, finalmente, el 2010: ahora somos la degeneración del 10.

Pero volvamos a nuestros orígenes. Existía una incipiente democracia (cualquier semejanza con el mundo de hoy es pura coincidencia) y Madonna ya era la "chica material". Lanzaban la primera estación espacial; se descubría el agujero de ozono. Aparecían los Simpson. Se realizaba el Juicio a las Juntas. El mundo tenía 5000 millones de habitantes.

Fito hacía de las suyas con Ciudad de pobres corazones.

Caía el Muro de Berlín, Rico se pintaba la cara y Menem se dejaba las patillas -pero ya miraba la Gillete de reojo-.

Se estrenaba Cinema Paradiso.

El Rebelde Desconocido detenía una fila de tanques en la revuelta de la Plaza de Tiananmen, y se convertía en un símbolo de paz. Ya que estamos, Charly García editaba -entre otros- Parte de la Religión. Chernobyl sufría el más grave de los accidentes nucleares de la Historia.

En esos años, nacían ídolos juveniles, como Robert Pattinson, Lady Gaga, las mellizas Olsen, Lindsay Lohan, Emilia Attias, la Lopilato, Zac Efron y el mayor de los Jonas Brothers. A ninguno de ellos nos parecemos, ni en lo más mínimo, a Dios gracias. Si buscabas algo así, o llegaste acá buscándolos en Google, date media vuelta y andate, silbando bajito.

Morían Borges, Andy Warhol, Rita Hayworth, Luca Prodan, Olmedo, Miguel Abuelo y Zitarrosa. Lamentablemente, a ellos tampoco nos parecemos. Así que si tus expectativas son altas, pegate la media vuelta.

No fuimos testigos ni del Mayo Francés ni de la Primavera de Praga. Tampoco del flower power ni del furor beatle. Con suerte, sí somos asediados por los Testigos de Jehová.

Usábamos zapatillas con luces, enteritos jardineros, remeras holgadas, todo muy naíf. Sí, somos una manga de nabos a los que les tocó crecer en los 90. Qué le vamos a hacer. Vergüenza es robar.

Mirábamos Cebollitas y Chiquititas, además de Montaña Rusa y Jugate Conmigo. Porque hubo una Cristina nacional y popular anterior a la de ahora. Si, Cris Morena.

Así es, y esto es para los nuevos purretes de la era GPS: nosotros somos de cuando se salía a jugar a la mancha a la vereda, se picaba para todos los compas, se podía vivir sin Internet y sin celular, y aún se creía que podía existir una Ventanita de los Sueños, donde TODO TODO PODÍA HACERSE REALIDAD.

Gracias, Diegote.

Gracias, Cris.

La degeneración del 10.

Abril de 2010.